Como siempre os digo, quien tiene una hermana tiene un tesoro.

Mi hermana Irene es la mujer que más quiero en este mundo junto con mi madre.

Ella me hizo una súper sorpresa.

El día antes de la boda, Toledo amaneció inundado de carteles anunciando nuestro enlace matrimonial.

El cartel era un diseño haciendo el simulacro del cartel de una corrida de toros y anunciando a dos diestros: mi marido y yo. Y en letras mayúsculas ponía “GRAN ENLACE MATRIMONIAL” con el color capote muy presente y con una de las fotos de la preboda que nos hicimos en París.

Mirad, aquí os dejo el cartel que me hizo…

Aluciné cuando lo ví, pues me encantó la sorpresa que me hizo.

Y en el almuerzo, vino a la mesa y nos regaló un cuadro con el cartel impreso, para que siempre lo tengamos como recuerdo en casa.

La verdad que es emocionante cuando la gente que te quiere te ven vestida de blanco por primera vez. Es una sensación inexplicable. La emoción a flor de piel.

Os confieso que aunque han pasado ya dos años, escribir este blog, me hace recordar momentos maravillosos de ese día. Como en estas dos fotos, en las que mi hermana y yo, vestida de blanco, nos miramos por primera vez. Ésta fue la cara de emoción de mi hermana al verme. Con la mirada nos lo dijimos todo.

Es inevitable que se te escape alguna lagrimita ese día. ¡Son tantos momentos los que se vienen a la mente! Toda una vida al lado de ella, de mi hermana chica, jugando a las muñecas, caminando hacia el  Colegio Mayol, haciendo coros… y siempre juntitas. La verdad que no tengo palabras para expresar lo que significa mi hermana para mí. Yo creo que todavía no le he demostrado lo mucho que la quiero. Todo el cariño se me hace poco para ella.

Pero no quedaba todo ahí, aún faltaban sorpresas.

Cuando salí a la calle, en el portal de la casa de mis padres, que fue donde me vestí, en la casa donde he pasado gran parte de mi vida, justo allí, me cantó una Sevillana, vestida de novia y con mi padre del brazo.

Yo no quería llorar nada más salir de casa, me lo había prometido a mi misma. Pero de nada sirvió, pues el sentimiento no se puede controlar. Y cuanto más intentas controlar, más descontrolas.

Y cuando pensaba que ya no tendría más sorpresas, llegó la tercera.

Nada más llegar al convite, justo al sentarnos y antes de empezar a comer, sonó un audio.

El audio era una locución de mis amigas de toda la vida: del colegio, de la universidad, del conservatorio, del flamenco…de la vida. Y por supuesto de mi hermana. Todas me decían lo que significo para ellas. Fue increíble y desde aquí quiero dar las gracias por tanto amor.

Mi hermana me había preparado con tanto cariño las únicas sorpresas que tuve en mi boda. La verdad es que te adoro chica, eres tan especial, tan detallista, tan sensible…

Os confieso que era difícil hacerme alguna sorpresa, porque lo tenía todo tan organizado que no había ni un hueco libre, pero Irene lo bordó y supo cuando hacer cada cosa. Se nota que me conoce como nadie.

Y llegó uno de los momentos más esperados de una boda; el momento “entrega del ramo de flores”.

Yo lo tenía clarísimo que el ramo iba a ser para mi hermana. Así que fui a un estudio de grabación y grabé la canción favorita de mi hermana: “Tú eres mi amigo del alma”que es una canción de Roberto Carlos.

Esa sería la canción que sonaría en la entrega del ramo a mi hermana.

Y claro, imaginad el momento… la letra dice: “Tú eres mi hermana del alma realmente la amiga.Que en todo camino y jornada está siempre conmigo”o la parte que dice: “Recuerdo que juntas pasamos muy duros momentos.Y tú no cambiaste por fuertes que fueran los vientos”.O esa parte que me encanta que dice: “En ciertos momentos difíciles que hay en la vida.Buscamos a quien nos ayude a encontrar la salida”.

Es una letra que llega dentro y evidentemente mi hermana y yo nos pusimos a llorar.

Os cuento que para el ramo, preparé una caja y dentro metí el ramo y un cartel de madera que había encargado donde se podía leer “sois los siguientes”,haciendo una broma con cariño por si en un futuro deciden casarse.

El cartel de madera, lo encargué por Internet en una página que se llama Buwify.

En definitiva, que para mí ese momento será inolvidable de por vida y yo creo que para mi hermana también, porque el amor aparte de decirlo con palabras, hay que demostrarlo con hechos y los detalles y el cariño le gustan a todo el mundo. Así que mi hermana que es sagrada para mí, tenía que guardar para siempre el ramo del paseíllo más importante de mi vida.

Irene, siempre caminaremos juntas, en todo y para todo, porque eres la reina de mi vida, mi fiel amiga, mi compañera y siempre voy a estar a tu lado.

“Hermana del alma, te canto a ti porque desde niña tú me haces feliz”.